Uno de los problemas más concurridos dentro de las casas o edificios es el aislamiento térmico o sonoro. El primero es uno de los problemas cotidianos que más afecta en la vida de las personas ya que hasta hace relativamente poco tiempo, no se ha prestado atención a la calidad acústica de las edificaciones. El sonido excesivo de las pisadas de los vecinos o golpes en las paredes son algunos de los ejemplos que dejan en evidencia la prioridad de terminar con este problema llamado contaminación acústica. Recordemos que estos fenómenos pueden causar efectos dañinos para la salud de las personas a nivel mental y fisiológico como la falta de sueño, concentración e incluso depresión. Por otro lado, los edificios que no emplean materiales para prevención térmica, presentan problemas futuros de sobrecostes ya que tanto para el calor como para el frío se usa de forma excesiva sistemas de climatización.