El hormigón reforzado con fibras es una combinación de cemento hidráulico agua, áridos finos y gruesos, aditivos, adiciones y fibras dispersas aleatoriamente orientadas. Las fibras para hormigón tienen como fin reforzar la masa del cemento incrementando la resistencia a la tracción, disminuyendo la fisuración y aumentando la tenacidad mediante la transmisión de esfuerzos a través de la sección fisurada. Por otro lado la adición de fibras disminuye los efectos de la retracción por fraguado y aumenta la resistencia al impacto y la resistencia a la fatiga. Se definen las fibras como “Filamentos finos y alongados en forma de haz, malla o trenza, de algún material natural o manufacturado que pueda ser distribuido a través de una mezcla de hormigón fresco”.
Las fibras para hormigón con las que podemos reforzar la mezcla para obtener unas mejores capacidades técnicas son de tres tipos, al menos las más utilizadas en la actualidad: fibras de vidrio, fibras de acero y fibras de polipropileno.
Las fibras para hormigón están destinadas a:
- Mejorar la resistencia a la flexotracción y cortante.
- Reduce la fisurabilidad por retracción en elementos superficiales.
- Mejora la resistencia a la erosión.
- Incrementa la resistencia a la abrasión.
- Mejora el comportamiento del hormigón a impactos dinámicos.
- En algunos casos, evita la colocación de mallazo de reparto obligado en recubrimientos superiores a 50 mm.
- Mejora de la resistencia del hormigón al choque térmico que producen las fuertes
Algunas de las diferencias más significativas que podemos encontrar entre las fibras para hormigón son las siguientes
- La trabajabilidad del hormigón (la facilidad de colocar, consolidar y acabar al concreto recién mezclado se denomina trabajabilidad) fue menos afectada usando fibras de vidrio y fue muy afectada con fibras de polipropileno, especialmente en dosis más altas.
- Las tres fibras respondieron igual frente al potencial agrietamiento por contracción del hormigón.
- Todas las fibras aumentaron la resistencia a la abrasión del hormigón, aunque las fibras de vidrio y de acero mejoraron el doble esta resistencia.
- El incremento en resistencia a la abrasión del hormigón con fibras de vidrio fue más consistente que con los otros dos tipos de fibras.
- Todas las fibras aumentaron la resistencia del hormigón al impacto en dosis de hasta 10kg/m3. Sólo las fibras de vidrio y de acero mejoraron esta resistencia en dosis de 20kg/m3.
- La resistencia a flexión aumentó con la adición de fibras de vidrio, lo que no sucedió con las otras dos fibras, debido a la menor trabajabilidad.
- En dosis bajas (1 a 5kg/m3), las fibras de vidrio fueron menos efectivas en alcanzar tenacidad que las otras dos fibras.
- En dosis de 10kg/m3 y más, las fibras de vidrio fueron las mejores en términos de tenacidad absoluta, resistencia a flexión, resistencia a la primera grieta y tenacidad a la primera grieta.
- Las fibras de acero pueden provocar oxidaciones en el exterior.
- Al aplicar las fibras de acero según la cantidad utilizada pueden obturar las boquillas de las bombas de hormigón, provocando los conocidos como ‘erizos’ en las bocas de las bombas.
- Las fibras de acero dejan puntas en la superficie de la solera mientras que con las fibras de vidrio y las fibras de polipropileno esto no sucede.
Es muy importante seguir las indicaciones de utilización y dosificación del fabricante ya que una mayor dosis no implica una mejora de la mezcla.
Si necesitas más información o precios sobre fibras para hormigón no dudes en contactar con nosotros en info@texdelta.com