El desarrollo de nuevos métodos de construcción respetuosos con el medio ambiente es uno de los objetivos fundamentales del siglo XXI. Los geosintéticos son materiales que junto con elementos materiales constituyen sinergias importantes en el uso racional y en la conservación del medio natural.
En este sentido, las geoceldas son uno de los materiales pertenecientes a la familia de los geosintéticos formados por un sistema celular, tridimensional. Se trata de estructuras tridimensionales con forma de panal de abeja y que se rellenan con tierra, grava tierra vegetal.
Las geoceldas toman el confinamiento a lo largo y a lo ancho lo cual representa un salto cualitativo en lo que respecta a los sistemas para la estabilización. Este material se ha diseñado para paliar los efectos negativos de la erosión del agua y el viento superficial sobretodo aplicado a terraplenes y taludes. Las paredes de las celdas actúan permitiendo el drenaje del agua y del viento por encima de la superfíce. En el caso de que la geocelda se rellene con tierra de siembra, las celdas permiten la hidrosiembra y protegen las distintas raíces que se forman.
Este tipo de geosintético está fabricado a partir de material de polipropileno y polietileno y normalmente se utilizan como elemento de soporte de carga del suelo. Por lo tanto, los objetivos que persigue son el control de la erosión en la superficie, ya que excluye los efectos de las fuerzas del agua y del viento, estabilización del suelo a través del soporte de la carga, eliminar los problemas de drenaje así como el revestimiento y refuerzo de canales.
Estas son las aplicaciones más importantes de las geoceldas
En este caso, las geoceldas retienen o desaceleran el agua de lluvia que cae por el talud. Por lo tanto se eliminan la formación de surcos que es precisamente una de las principales causas que provocan el efecto erosionador. Por otro lado, la estructura de la malla en forma de panal, favorece la retención del agua y por ende el crecimiento del enraizamiento.
De forma habitual, se emplean sistemas de escollera como medida anti erosión en los márgenes de los canales de obras de encauzamientos y canalizaciones. Pero el uso de geoceldas aporta mayores ventajas y soluciones en comparación con los sistemas tradicionales. El uso de la geocelda otorga una estructura flexible que retiene el hormigón en grandes pendientes de canales. En este caso, las celdas crean pequeños bloques de hormigón que se pueden ajustas a las irregularidades de la cara de la pendiente sin tener que agrietarse.
La instalación de la geocelda reduce eficazmente la cantidad y calidad de los agregados requeridos para la estabilización del terreno de baja capacidad portante. El empleo de las geoceldas evita que las cargas aplicadas ejerzan un empuje y desplacen los agregados. Debido a que las celdas de material están conectadas entre sí, por lo tanto las cargas aplicadas se reparten en una zona más amplias. En este supuesto, los altos costes de los agregados y de su transporte hacen que la geocelda sea una elección más que recomendable por precio y eficacia.
La geocelda está diseñada para colocarse en pendientes muy pronunciadas. En la mayor parte de las ocasiones, el material con el que se rellenará la geocelda será del propio lugar como es la tierra vegetal, con lo cual, el aspecto del muro será más amigable y el recorrido de agua en el exterior será menor.
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