Uno de los factores clave para garantizar la seguridad y la durabilidad de infraestructuras de transporte, como carreteras, ferrocarriles y aeropuertos, es la estabilidad del terreno. Esta falta de estabilidad se produce por la exposición a la erosión y la acumulación de agua de la infraestructura, y conlleva un peligro para la integridad estructural con el tiempo.
Para mitigar estos riesgos, el uso de geocompuestos se ha convertido en una solución ampliamente utilizada. Gracias a su diseño avanzado, estos materiales combinan distintas funciones, como refuerzo, separación, filtración y drenaje, lo que mejora notablemente el rendimiento de las infraestructuras.
Los geocompuestos son materiales formados por la combinación de dos o más geosintéticos, como geotextiles, geomallas y geomembranas, diseñados para ofrecer soluciones específicas en obra civil. Su aplicación en infraestructuras de transporte ha demostrado ser una alternativa eficiente para:
• Reforzar el suelo, evitando asentamientos diferenciales.
• Optimizar el drenaje, evitando la acumulación de agua que puede debilitar la estructura.
• Separar capas de materiales, evitando su contaminación y pérdida de propiedades mecánicas.
• Reducir la erosión, protegiendo taludes y terraplenes en zonas vulnerables.
Estos beneficios se traducen en una mayor durabilidad de las infraestructuras, menor necesidad de mantenimiento y un mejor comportamiento estructural a lo largo del tiempo.
1. Refuerzo y estabilización en carreteras
En la construcción y rehabilitación de carreteras, los geocompuestos cumplen un papel esencial. Se emplean como capas de refuerzo entre la base y el pavimento para mejorar la distribución de cargas y reducir el riesgo de fisuración prematura. Además, los sistemas de drenaje con geocompuestos ayudan a evacuar el agua subterránea, evitando que afecte la estabilidad del firme.
2. Protección e impermeabilización en túneles
Los túneles atraviesan suelos de distinta composición y pueden verse afectados por filtraciones de agua subterránea. Para evitar problemas de humedad y garantizar una estructura segura, se instalan geocompuestos con geomembranas impermeables que sellan la superficie y canalizan el agua hacia los sistemas de drenaje adecuados.
3. Estabilización de suelos en puentes y viaductos
Los accesos a puentes y viaductos suelen estar construidos sobre rellenos que pueden sufrir asentamientos con el tiempo. La incorporación de geocompuestos en estas áreas permite mejorar la compactación del suelo, reducir la erosión y evitar desplazamientos de los materiales debido a la acción del agua o el tráfico intenso.
4. Infraestructura ferroviaria: reducción de vibraciones y asentamientos
El tráfico ferroviario somete las vías a esfuerzos cíclicos que pueden generar asentamientos irregulares si el suelo base no es suficientemente estable. Los geocompuestos ayudan a mejorar la capacidad portante del terreno y, en algunos casos, pueden reducir la transmisión de vibraciones, lo que contribuye a una mayor eficiencia en la operación ferroviaria.
5. Mejora en pistas de aeropuertos
Las pistas de aterrizaje y despegue deben soportar cargas extremadamente altas, por lo que requieren soluciones que garanticen la estabilidad del pavimento a largo plazo. Los geocompuestos refuerzan la estructura base y previenen el deterioro prematuro causado por la acumulación de agua o la fatiga de los materiales.
El uso de geocompuestos ha sido clave en numerosos proyectos de infraestructura en todo el mundo. Estudios realizados en Europa han demostrado que la incorporación de estos materiales en carreteras y ferrocarriles ha permitido una reducción de hasta el 40% en costos de mantenimiento y una vida útil más prolongada de las estructuras.
Para conocer más detalles sobre su aplicación en obra civil, puedes revisar publicaciones especializadas en TexDelta sobre la aplicación de Geocompuestos para la gestión de líquidos y geocompuestos para la gestión de residuos sólidos.