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21 / julio

Hormigón reforzado con fibras

El hormigón reforzado con fibras surge a consecuencia de tener que resolver dos problemas. El primero es que el hormigón no resiste los esfuerzos de tracción, lo que lleva a las empresas constructoras a tener que reforzarlo con estructuras tales como barras de acero o mallados, teniendo que proteger estos últimos de la corrosión con gran cantidad de hormigón y por tanto las piezas resultantes tienen un gran espesor y se gasta gran cantidad de material. El segundo problema es que al gastar tanto material el precio se incrementaba considerablemente. Mediante la utilización de hormigón reforzado con fibras se solucionan estos problemas, es decir, conseguimos un hormigón que resiste los esfuerzos de tracción, se consiguen piezas con menor grosor y más económicas.

Los hormigones reforzados con fibras (HRF), se definen como aquellos hormigones que incluyen en su composición fibras cortas, discretas y aleatoriamente distribuidas en su masa.

La aplicación de estos hormigones reforzados puede ser con finalidad estructural o no estructural. El empleo de fibras en el hormigón tiene finalidad estructural cuando se utiliza su contribución en los cálculos relativos a alguno de los estados límite últimos o de servicio y su empleo puede implicar la sustitución parcial o total de armadura en algunas aplicaciones. Se considerará que las fibras no tienen función estructural, cuando se incluyan en el hormigón con otros objetivos como la mejora de la resistencia al fuego o el control de la fisuración.

La adición de fibras es admisible en hormigones o concretos en masa, armados o pretensados, y se puede hacer con cualquiera de los diversos sistemas, sancionados por la práctica, de incorporación de las fibras al hormigón, en el caso de que así no se hiciera, debe especificarse el sistema utilizado.

Las fibras son elementos de corta longitud y pequeña sección que se incorporan a la masa del hormigón a fin de conferirle ciertas propiedades específicas.

La caracterización de las fibras viene determinada por:

  • Dosificación de fibras en kg/m3.
  • Tipo, dimensiones (longitud, diámetro efectivo, esbeltez), forma y resistencia a la tracción de la fibra (en N/mm2), en el caso de fibras con finalidad estructural.

De una manera general se pueden clasificar como fibras estructurales, aquellas que proporcionan una mayor energía de rotura al hormigón en masa (en el caso de las fibras estructurales, la contribución de las mismas puede ser considerada en el cálculo de la respuesta de la sección de hormigón), o como fibras no estructurales, a aquellas que sin considerar en el cálculo esta energía suponen una mejora ante determinadas propiedades como por ejemplo el control de la fisuración por retracción, incremento de la resistencia al fuego, abrasión, impacto y otros.

La características geométricas de las fibras (Longitud (lf), Diámetro equivalente (df), Esbeltez (λ)), se establecerán de acuerdo con UNE 83500-1 y UNE 83500-2. Por otro lado, de acuerdo con su naturaleza las fibras se clasifican en:

  • Fibras de acero.
  • Fibras poliméricas.
  • Otras fibras inorgánicas.

Fibras poliméricas

Las fibras plásticas están formadas por un material polimérico (polipropileno, polietileno de alta densidad, aramida, alcohol de polivinilo, acrílico, nylon, poliéster) extrusionado y posteriormente cortado. Estas pueden ser adicionadas homogéneamente al hormigón, mortero o pasta. Se rigen por la norma UNE 83500-2 y, según el proceso de fabricación se clasifican en: monofilamentos extruidos (Tipo I), láminas fibriladas (Tipo II).

Sus dimensiones pueden ser variables al igual que su diámetro y su formato:

  1. Micro-fibras: < 0,30 mm diámetro.
  2. Macro-fibras: > 0,30 mm diámetro.

Las macro-fibras pueden colaborar estructuralmente, siendo su longitud variable (desde 20 mm a 60 mm), que debe guardar relación con el tamaño máximo del árido (relación de longitud 3:1 fibra: TM).

Las micro-fibras se emplean para reducir la fisuración por retracción plástica del hormigón, especialmente en pavimentos y soleras, pero no pueden asumir ninguna función estructural. También se utilizan para mejorar el comportamiento frente al fuego, siendo conveniente en este caso que el número de fibras por kg sea muy elevado.

Además de por sus características físico-químicas, las micro-fibras se caracterizan por su frecuencia de fibra, que indica el número de fibras presentes en 1 kg, y que depende de la longitud de fibra y muy especialmente de su diámetro.

Si necesitas más información sobre el hormigón reforzado con fibras contacta con nosotros en info@texdelta.com o consulta los detalles de nuestras fibras de refuerzo.

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