El uso eficiente de la red de carreteras no solo pasa por la construcción de estas, sino también invirtiendo en su posterior conservación. No dedicar los recursos mínimos o invertir a medias en la conservación de carreteras, originará un importante deterioro y un alto coste económico a medio y largo plazo. Toda obra de ingeniería, y en el caso de las carreteras aún más, requiere de una atención constante con respecto a su conservación, ya que, sus características quedan expuestas a fenómenos naturales y a las cargas que tienen que soportar sus elementos estructurales.
Uno de los mejores materiales que podemos emplear para la conservación de las carreteras perteneciente a la familia de los geosintéticos son las geomallas de refuerzo. Las geomallas de refuerzo son un material fabricado en forma de red de cuadrícula recubierto con un producto químico que les otorga una protección muy valiosa en cuanto a la conservación de carreteras.
Las principales características que presentan son la resistencia a los rayos ultravioleta y a los factores ambientales que pueden deteriorar la geomalla, el ataque de los microorganismos, la elevada durabilidad, la reducción del efecto cracking sobre el pavimento, la óptima adhesión con las capas de asfalto, facilidad en la instalación, ya que no se necesitan elementos de fijación y su alta resistencia a los daños durante la instalación.
Estas son las principales funciones que presentan las mallas de refuerzo en la conservación de carreteras:
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